En la Inglaterra de 1,600 los hechos, registros históricos e investigaciones constituían evidencia irrefutable que los cisnes sólo eran de color blanco. Un expedicionario descubrió cisnes negros en Australia. La realidad superó todo lo conocido por los ingleses. El cisne negro existe.
El pavo enfrenta su terrible tragedia en acción de gracias. Descubre que cuanto más lo alimentaba su amo y más confianza sentía; más se exponía al riesgo y aumentaban sus probabilidades de sacrificio. La muerte lo abrazó en manos aquel amigo convertido en su verdugo. El cisne negro existe.
El cisne negro es una metáfora. Refiere a eventos que con base en el conocimiento, experiencia y hechos se consideran improbables o imposibles de ocurrir; de repente aparecen y cambian la historia, fundamentalmente porque desencajan en todo lo que conocemos. Un cisne negro es distinto a los eventos regulares, porque aunque también son inesperados, de alguna forma sabemos o presumimos que pueden llegar a suceder, calculamos nuestros riesgos y nos preparamos.
Moraleja:
Podemos conocer los hechos y el entorno, calcular riesgos y tener dominio y habilidades sobre una especialidad, pero en algún momento seremos ingleses o pavos, porque la posibilidad de enfrentarse al ave ébano es inevitable y aparecerá en cualquier momento. La clave es estar preparado para impedir que te aniquile o para enrumbar la proa en su misma ruta de navegación.
Adaptado del Libro el Cisne Negro de Nassim Nicholas Taleb. 2008.
Imagen: Jari Peltomäki, Jouko Lehmuskallio (kuvattu Australiassa).
